El regulador pilotado puede ajustar la presión de forma remota a través de un comando neumático.
Los dos diafragmas rodantes ofrecen varias ventajas:

• carrera aumentada, que permite una mayor apertura de la válvula y, por lo tanto, un mayor caudal;
• disminución de la fricción dinámica y de arranque, en consecuencia la velocidad de respuesta y la sensibilidad aumentan;
• alta precisión en el mantenimiento de la presión establecida, tanto con caudales variables como con diferentes presiones de entrada.

El diseño presenta las mismas características de construcción que las utilizadas para un regulador estándar, por lo que las ventajas son las mismas, a saber: la compensación de la presión regulada varía con la presión de entrada; presencia de una válvula de alivio y descarga rápida de presión de retorno.